DR. MIGUEL ARMANDO PATRÓN ROSADO
Décimo Presidente de AMVEC
1991-1993
Sus raíces
El médico veterinario zootecnista Miguel Armando Patrón Rosado vio la primera luz el 4 de febrero de 1953, en Espita, pequeña población ubicada en el oriente del estado de Yucatán, cercana a la gran zona ganadera de Tizimín. Su padre fue don Álvaro Omar Patrón Rosado, originario de Espita, dedicado al comercio pues era propietario de una tienda de abarrotes, distribuidora de granos y refrescos. Su madre fue doña Ayrela Rosado Peniche, igualmente oriunda de la mencionada villa de Espita, dedicada al hogar y quien laboraba también en la tienda de abarrotes apoyando la economía familiar.
El matrimonio Patrón Rosado procreó siete vástagos: Álvaro Omar, de 71 años; Dulce María, de 68; Thelma Guadalupe, de 65; José Luis, fallecido y quien ahora tendría 62 años; nuestro biografiado Miguel Armando, de 59 años; Elsi Teresa, de 56 y el menor de los hijos, Edgar Orlando, de 51 años de edad.
Los estudios básicos
Miguel Armando estudió las primeras letras en la Escuela Primaria Oficial Manuela Olivares hasta el quinto año, de 1959 a 1963. La madre de nuestro biografiado junto con todos sus hijos emigró a la ciudad de Mérida en 1964, de tal manera que Armando cursó entonces el sexto grado de su educación básica en la Escuela Primaria Oficial Vicente María Velásquez, ubicada en el Barrio de San Juan, cercano a la Ermita de Santa Isabel en el casco antiguo de la capital yucateca. Armando retorno a Espita en 1966. para cursar el primer de su formacion secundaria en Espital la Secundaria Oficial Fabian Valado, para me mente retomar a Merida con el objeto de ter el segundo y tercer año en la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores Agustin Franco VI nueva, localizada en el Barrio de Santiago de la capital emeritense en 1968. El bachillerato lo curso en la misma institución educativa terminandolo en 1972.
La formación universitaria
Armando ingresó a la recién fundada Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Yucatán en septiembre de 1973, la cual inició sus primeros cursos en las aulas del edificio de la Facultad de Medicina, que se ubica junto al porfiriano Parque Centenario, justo frente al antiguo Hospital Agustín O’Horan. Nuestro biografiado estudió los primeros dos años de su formación en medicina animal en el edificio de la mencionada Facultad de Medicina, pasando después, en 1975, a las nuevas pero lejanas instalaciones de la flamante Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia, construida en los terrenos de la antigua Hacienda de Xmatkuil al sur de la ciudad de Mérida, en los tiempos en que el director de la escuela era el doctor Jorge León Dousset, llevando como plan de estudios el sistema de enseñanza tradicional.
Armando se graduó en el verano de 1978 con la tesis intitulada: Prevalencia de Rinitis Atrófica en la granja de cerdos de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Yucatán. Esto hace que él forme parte de la Generación 1973-1978.
Una vocación por la medicina animal
La presente entrevista tomó lugar dentro de las oficinas de la Asociación Ganadera Local de Porcicultores de Mérida. A mi pregunta de cómo surgió su vocación por la medicina animal, Armando responde gustoso:
Mi inclinación por hacer estudios de medicina veterinaria surgió desde joven a través de un amigo llamado José María Gamboa Sosa, cuya familia tenía un rancho ganadero en Buctzoz, situado en el oriente de Yucatán. Me invitaba frecuentemente a hacer visitas al mencionado rancho y fue así como me nació el gusto y la idea de ser veterinario, pues inmediatamente comprendí la enorme importancia que ostenta nuestra profesión para la vida del hombre, ya que es responsabilidad del médico veterinario hacer llegar alimentos sanos y de calidad a la mesa de los integrantes de nuestra sociedad. Los productos pecuarios deben ser producidos para preservar la salud de los seres humanos. En este aspecto el veterinario ha contribuido fundamentalmente en el aumento de la longevidad de hombres y mujeres.
Un arduo trabajador y los inicios de una fructífera carrera en producción porcina
Tuve que trabajardesde muy joven. De hecho siempre estudié y trabajé al mismo tiempo. Cuando estaba en el segundo año de mi carrera de veterinaria existía un gran auge de la porcicultura yucateca, la cual es taba en manos del estado. Se venía la época de la diversificación agropecuaria de Yucatán. La mayoría de los campesinos estaban dedicados a la producción del henequén en los años del presidente Luis Echeverría Álvarez y del presidente José López Portillo.
Había una granja porcina ejidal que necesitaba de un veterinario. Me contrataron con la categoría de Técnico Agropecuario en el Banco Agrario, que después sería el Banrural. Laboré como responsable de una granja que funcionaba como centro de acopio de lechones en Tecoh a treinta kilómetros al sur de Mérida. Durante mis estudios yo laboraba por la mañana pues mis cursos eran durante el turno vespertino. Al terminar mi carrera en 1978, en mi trabajo fui ascendido a la categoría de supervisor de ocho centros de acopio de lechones del estado. Después, en 1980 me hicieron responsable de una granja de engorda de ocho mil cerdos en Uman, población ubicada a doce kilómetros al sur de la capital del estado.
Un joven beisbolista
Deseo comentar que pagué parte de mis estudios de veterinaria como jugador de béisbol. Jugué este deporte de niño en mi pueblo natal y después en Mérida. Jugué la posición de pitcher con los Diablos, equipo semiprofesional. En una ocasión logramos ganar un campeonato de la liga regional yucateca. Tengo muy buenos recuerdos de esos tiempos, además gané buen dinero y de esta manera pude costear parte de mi carrera universitaria. Me retiré en 1975.
Una exitosa trayectoria profesional
A continuación me ascendieron como jefe del Programa Porcino del Banco Rural en 1982. Dentro de esta dinámica empecé a laborar en una empresa porcina ejidal. El Programa Porcino Ejidal estaba compuesto por 153 granjas de pie de cría en todo Yucatán y además había tres grandes centros de engorda y seis centros de acopio.
Me nombraron entonces gerente general de la Unión de Ejidos Porcícolas del Estado de Yucatán en 1984, organismo para el cual trabajé 18 años, hasta 2003.
Además de veterinario, porcicultor
Armando labora actualmente al frente de la Granja Porcícola San Pedro, empresa familiar productora de cerdos, en sociedad con dos de sus hermanos, situada en Tixkokob, veinte kilómetros al oriente de Mérida. En dicha empresa que cuenta con una superficie de cuatro hectáreas, los hermanos Patrón manejan 700 cerdas de vientre y además engordan lechones en otras dos granjas en la población de Tecoh.
Otras actividades profesionales
Nuestro biografiado ha sido:
Miembro de la Junta Directiva de Sanidad Animal de la Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) en 1993.
Presidente del Comité de Control y Erradicación de la Fiebre Porcina Clásica del estado Yucatán de 1990 a 2004.
Tesorero del Comité de Fomento y Protección Pecuaria del estado de Yucatán.
Presidente del Comité de Fomento y Protección Pecuaria del estado de Yucatán.
La familia de Armando
Armando conoce a la señorita Aracelly Herrera Carrillo, quien sería al paso del tiempo su esposa, cuando ella era su alumna en la clase de Zoología que Armando impartía la Escuela Preparatoria Agustín Franco Villanueva en 1975, cuando Aracelly tenía veinte años de edad
Nostálgico, nuestro biografiado, acota:
Primero fuimos amigos y al año nos hicimos novios. Ella, además de estudiar, también trabajaba. Fueron años muy bonitos, de una hermosa amistad. Duramos un año y medio como novios. Nos casamos el 4 de febrero de 1978 por el civil y el 2 de abril del mismo año en la iglesia de la Candelaria de Mérida.
Tuvimos cinco hijos. Layda Yanel, que desafortunadamente falleció a la edad de tres años; Cinthya, de 31 años, quien es licenciada en Administración de Empresas, está casada y nos ha dado a nuestro primer nieto de nombre Aramís Emiliano de un año y medio de edad. Erick de 29, arquitecto; Miguel Armando, de 26 años, quien estudia Medicina Veterinaria en la Facultad de Xmatkuil; y Kristel, de 23 años, quien es licenciada en Nutrición.
Mi esposa, ahora jubilada del Instituto Mexicano del Seguro Social, es y ha sido una mujer muy buena, cariñosa y amorosa con sus hijos. Me ha apoyado y me sigue apoyando en todo lo que he hecho en la vida. Aracelly ha sido mi consejera en tantas y tantas cosas de mi existencia. Le tuvo un gran cariño a mi madre y con mis hermanas tiene una gran relación, pues la quieren mucho. En otras palabras, es una extraordinaria mujer, con un gran corazón.
Con respecto a mis hijos, ellos son buenos y me quieren mucho. Han sido buenos estudiantes, poseen valores morales, se preocupan por mí y por su mamá. Estamos muy unidos.
Gestión del doctor Miguel Armando Patrón Rosado como
Décimo Presidente de AMVEC
1991-1993
El primer contacto que tuvo el médico veterinario zootecnista Armando Patrón con la Asociación Mexicana de Veterinarios Especialistas en Cerdos, ocurre cuando nuestro biografiado participa en el congreso mundial de la Internacional Pig Veterinary Society, que se llevó cabo en las instalaciones del Centro Médico Nacional del IMSS, en la ciudad de México en 1982.
A continuación participó en varios cursos organizados por AMVEC en 1984. Durante una de estas actividades tiene la oportunidad de conocer al doctor Francisco Bravo Bolaños Cacho, en aquel entonces presidente de AMVEC, en ocasión de un curso llevado a cabo en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este encuentro se revelaría como una coyuntura importante en la vida profesional de nuestro biografiado.
Armando comenta con vehemencia y nostalgia:
Fue durante ese curso en la Ciudad Universitaria de la UNAM, en la capital de nuestro país, que me entró la inquietud de fundar un AMVEC en la Península de Yucatán. A mi retorno formamos la primera mesa directiva de lo que sería la AMVEC Peninsular. Yo fui el presidente fundador, Mario Gómez Medina, fungió como secretario y, como tesorero, colaboró Enrique Abreu.
Invitamos al doctor Francisco Bravo para que nos tomara la protesta y nos diera posesión en abril de 1984. Fue en esa oportunidad que propuse organizar el xx Congreso Nacional de AMVEC en Yucatán de 1985. Eran los tiempos de una gran prosperidad en la porcicultura yucateca y nacional.
De esta manera participamos en el xix Congreso Nacional de AMVEC en Mazatlán en julio de 1984, con el objeto de proponer y ganar la sede del xx Congreso de AMVEC de julio de 1985 para Mérida. El gobierno yucateco nos apoyó muchísimo, nos acompañó la señorita Luz María Beristain Navarrete, quien era la Miss Yucatán de ese año. Estando ya en Mazatlán, Sinaloa, organizamos una animadísima Noche Yucateca, con el acompañamiento musical de un trovador yucateco. Llevamos además, como regalo, tarros de miel de abeja, botellas de licor de anís, xtabentún y unas paquitas de henequén. Promocionamos las bellezas y atractivos de nuestro estado.
Vale la pena mencionar que en esta época la asamblea era la que decidia la sede y por supuesto que ganamos y nos trajimos la sede del XX Congreso Nacional de AMVEC para Mérida.
De esta manera y ante tan gran responsabilidad y compromiso, organizamos el xx Congreso Nacional de AMVEC del 10 al 14 de julio de 1985, en el Hotel Holiday Inn del Paseo Montejo en nuestra hermosa ciudad de Mérida
Fue un gran evento que me trae muchos recuerdos y satisfacciones. Se trató de un congreso que aún ahora, a tantos años de distancia, muchos de los amvecos lo siguen considerando como uno de los mejores y más cordiales de congresos de toda la historia de nuestra asociación.
Recuerdo que tuvimos la buena idea y el buen tino de contratar a un compositor yucateco llamado Jorge Carlos Castro, que en esos tiempos era el director musical y arreglista de un grupo cuyo nombre era El Sonido del Eco, para que compusiera un tema musical, una canción en referencia a nuestro congreso, el cual se intituló: “AMVEC 85”. La letra comenzaba de esta manera: «AMVEC 85, es la vigésima reunión de la asociación mexicana de veterinarios especialistas en cerdos…».
La inauguración se llevó a cabo en el imponente Teatro Peón Contreras en el centro de Mérida, con la presencia del Gobernador del Estado, el licenciado Víctor Manuel Cervera Pacheco. Una vez concluida la ceremonia fuimos a cenar a la antigua Hacienda de San Antonio Cucul en el norte de la capital yucateca.
La presentación de los trabajos del programa científico se llevó a cabo en el Hotel Holiday Inn.
La noche del jueves tuvimos una serenata yucateca en honor de los congresistas y de sus familias en la tradicional Plaza de Santa Lucía. A continuación los llevamos en autobuses de primera a presenciar el espectáculo de Luz y Sonido en las ruinas de la zona arqueológica de Uxmal y después fuimos a la Hacienda de Tipceh para degustar una cena con platillos yucatecos y juegos pirotécnicos.
Mesa directiva de la gestión del décimo presidente de AMVEC
Presidente: Mvz Armando Patrón Rosado
Vicepresidente: Mvz Francisco Javier González Padilla,
Secretario: Mvz Francisco Javier Gómez Zepada
Tesorero: MVZ Enrique Abreu Sierra
Comité Científico
Presidente: Mvz Mario Gómez Medina
MVZ Mario Álvarez Fleites
MVZ Alejandro Alzina López
MVZ Laura Batista García
MVZ Joaquín Becerril Angeles
Mvz Emilio Campos Morales
MVZ José Cuarón Ibargüengoytia
MVZ Jorge López Morales
MVZ Antonio Morilla González
Mvz Jorge C. Rodríguez Buenfil
MVZ Alberto Stephano Hornedo
Coordinación AVEC Regionales
MVZ Arturo Cervantes Miranda
Coordinación Campañas
MVZ Ramiro Ramírez Necoechea
Coordinación y Divulgación
MVZ Primo F. Molina Uribe
Relaciones con Productores
MVZ Mario Velazco Jiménez
Relaciones con la Industria
MVZ César Arrigunaga Coello
Relaciones con Gobierno
MVZ Marco A. Barrera Wadgimar
Consejo Consultivo AMVEC
MVZ Ramiro Ramírez Necoechea
MVZ José M. Berruecos Villalobos
MVZ Jorge Mercadillo Rodríguez
Mvz Miguel Guzmán de las Casas
Mvz Carlos Barrañón Jaled
MVZ Francisco Javier González Padilla
MVZ Juan José Maqueda Acosta
MVZ Carlos Valencia Bravo
MVZ Francisco O. Bravo Bolaños Cacho
Los congresos de Acapulco y de Cancún
Años más tarde y ya como presidente de AMVEC, el doctor Patrón organizó los dos congresos correspondientes a su gestión como décimo presidente de AMVEC.
Armando toma nuevamente la palabra:
Me toco organizar el XXVII Congreso Nacional de nuestra asociación en el puerto de Acapulco, Guerre ro, en julio de 1992 en el Hotel Plaza con una asis tencia de aproximadamente 750 congresistas. En ese año celebramos los 40 años de existencia de ANVEC. motivo por el cual se les entrego un reconocimiento a los expresidentes y a varios socios fundadores. Uno de los atractivos de ese congreso fue que invitamos a un conferencista de apellido Tanganides, para que nos hablara de la contaminación ambiental y sistemas de tratamiento en granjas porcinas. Dentro del programa social recuerdo que ofrecimos una gran mariscada en la playa, una noche de casino y un paseo por la ciudad. Durante este congreso se le entregó el Jabali Dorando al doctor Pablo Correa Girón.
El XXIII Congreso Nacional de Amvec lo organiza mos en Cancún en julio de 1993, en el Hotel Fiesta Americana, con la presencia de más de 500 colegas. En esta oportunidad se homenajeó con el Jabali Dorado al doctor Emilio Campos. Ofrecimos una comida en la playa, una noche de casino y un paseo a Xcaret.
Durante ese año en particular, la porcicultura mexicana vivía una gran crisis debido a los precios bajos. Paradójicamente la economía de nuestro país marchaba muy bien. El país progresaba como un cohete durante el sexenio del presidente de Carlos Salinas de Gortari.
Retos y logros
Uno de mis grandes logros como presidente de AMVEC fue el hecho de haber propuesto a la SARH, organizar e implementar la Campaña Nacional de Erradicación de la enfermedad de Aujeszky en México. El proyecto fue planeado y armado en su mayoría por un grupo de colegas veterinarios yucatecos, encabezados el doctor Mario Gómez Medina. A mí me tocó presentar dicho proyecto ante el doctor Gustavo Reta Peterson. Todo esto fue por iniciativa de AMVEC y de esta manera se inició la campaña contra Aujeszky en México. Asimismo, se inició la campaña de erradicación de la Fiebre Porcina Clásica.
A mí y al doctor César Arrigunaga nos tocó armar toda la logística para la erradicación de la Fiebre Porcina Clásica en el estado de Yucatán. Además me tocó contratar a todos los vacunadores. Una tarea muy difícil fue el vacunar no sólo a los cerdos de las granjas ya establecidas, sino también a los cerdos de traspatio. Había mucho apoyo de parte del gobierno. Asimismo, implementamos la supervisión y control de la movilización en carreteras y en rastros.
Me siento muy orgulloso que como presidente del Comité de Control y Erradicación de la Fiebre Porcina Clásica y presidente de AMVEC Peninsular y con el apoyo de los productores y del gobierno, hayamos sido capaces de erradicar del estado de Yucatán no sólo la Fiebre Porcina Clásica, sino también la enfermedad de Aujeszky. Yo le propuse a la SARH el proyecto de la campaña de erradicación de la enfermedad de Aujeszky, pero los que la organizaron fueron ellos.
Tuve la oportunidad de donar a nuestra Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Yucatán, un lector de Elisa para iniciar la campaña contra Aujeszky.
Como ya lo he mencionado, fui presidente del Comité de Fomento y Protección Pecuaria de Yucatán de 2000 a 2002 y tesorero de este mismo comité de 2002 a 2005. Como responsable de estos puestos participé en la construcción de las casetas fitosanitarias. También jugué un papel muy importante en la organización administrativa del comité, contratando a un despacho que nos asesoró en los aspectos de la misión y visión del mencionado comité.
Como último dato, quisiera mencionar que cuando se inició el proyecto de control y erradicación de la Fiebre Porcina Clásica, desplegamos una campaña de radio, televisión y prensa escrita, y que mis dos hijos pequeños, Cinthya y Erick, grabaron los comerciales con el objeto de concientizar a la gente de la gran importancia que revestía la vacunación de los cerdos.
Anteriormente los congresos de AMVEC eran organizados por empresas ajenas a nuestra organización. Nosotros decidimos tomar el control total de la logística organizativa, para hacer las negociaciones directas con los hoteles y para gran satisfacción mía y de todos los amvecos, las cosas marcharon muy bien. Esta forma de trabajo organizativo continua actualmente en AMVEC.
Le correspondió además a mi mesa directiva el haber regularizado inicialmente el estado fiscal de AMVEC ante Hacienda. Fui el primer presidente de AMVEC en incorporar a un contador, quien al final del congreso nos entregaba un reporte financiero preliminar de ingresos y de egresos. Al año siguiente durante el congreso en turno, este contador ante la asamblea general entregaba a los amvecos los estados financieros auditados, procedimiento contable que afortunadamente aún continúa.
Finalmente deseo comentar que mi mesa directiva fue la primera en dejar recursos económicos a nuestros sucesores.
El llamado de Dios
Ante mi pregunta relacionada a qué otras actividades o que otros intereses le apasionan en el devenir del día a día y de la cotidianeidad de la vida, el rostro y los ojos de Armando adquieren una expresión profunda y bondadosa. Su voz se hace más grave y pausada:
Hace diez años mi vida cambió totalmente. Empecé a sentir una gran necesidad de encontrarme con elSeñor, con mi Creador.
Decidí tomar unos primeros cursos de evangelización dentro de la Iglesia católica. Tomé un primer curso de Renovación, dentro del Movimiento de Renovación Católica en el Espíritu Santo. Empecé a asistir a Misas de Sanación. Al ver mi interés y mi disponibilidad, me invitan a trabajar en la parroquia de San José de la Montaña, que se encuentra al sur de Mérida. Me preparé como “servidor” y me quedé en el Ministerio de Evangelización. De ahí el sacerdote me nombró coordinador de este ministerio, en 2008.
En 2010, recibí el nombramiento de coordinador parroquial de esta iglesia, predicando la palabra de Dios, con el objeto de lograr la conversión de la gente desesperada que llega a la parroquia, principalmente enfermos, por ejemplo de cáncer, o drogadictos, 02 estado depresivo, con graves problemas en su matrimonio, de adicción al alcohol, en situaciones munta ras, muy severas, que provocan un gran sufrimiento Los canalizamos a los Ministerios de Sanación y la Liberación.
He predicado, sin ser una persona con facilidad de palabra. Sin embargo, ahora, el Señor, me ha regalato el don de la predicación. En la iglesia, todos los tiemmes y domingos, al final de la Misa de Sanación, prežico La palabra de Dios.
Me he convertido en un hombre enamorado de Dios y de mi familia.
Tengo un profundo sentimiento de servicio. Es un crecimiento recíproco, porque yo también crezco al escuchar tantos problemas y al tratar de ayudar. En esos momentos siento cuánto me ama Dios, porque me hago consciente de todo lo que tengo. Lo privilegiado que somos, porque todo lo que tenemos es obra de EL Yo no tengo nada. Todo es de Él. Hasta mi vida le pertenece y me la quitará cuando lo decida.
Muchos morimos como si nunca hubiéramos nacido y muchos vivimos como si nunca hubiéramos nacido.
Epílogo
Mi más grande satisfacción es el haber servido a mi gremio, a AMVEC, a mi asociación a la cual quiero muchísimo, haber servido a mis compañeros y colegas veterinarios especialistas en cerdos.
Vaya mi entrañable amistad a todos ellos. Las grandes amistades que hice en AMVEC nunca las podré olvidar y me llevo la satisfacción y el cariño que recibo de ellos.