Todas las ideas, planes, proyectos, instituciones, empresas y asociaciones generalmente comienzan de manera modesta y pequeña. Así fue el balbuciente inicio de La AMVEC.
Todo comenzó con un puñado de jóvenes veterinarios que decidieron a principios de los años sesenta, empezar a reunirse una vez al mes en algún café o restaurante de la ciudad de México para intercambiar sus observaciones y experiencias clínicas, reportando enfermedades, tratamientos, uso de antibióticos, errores o mejoras de manejo, buenos o malos resultados productivos, precios de la carne de cerdo, etcétera.
El trato y relación profesional que intercambiaron, fue evolucionando hasta transformarse poco a poco en una entrañable amistad entre ellos. De esta primera oleada de jóvenes profesionales especialistas en cerdos, podemos mencionar a colegas como el doctor Ramiro Ramírez Necoechea, doctor Juan Manuel Maya González, doctora Silvia Díaz Soto de Cabrero, su marido Diego Cabrero, Jorge Rivera Cruz, Miguel Garibay Solorio, entre otros.
Un viaje a Sinaloa y Sonora
Esta primera camada de noveles veterinarios, seducidos por el canto de las sirenas, deciden hacer un viaje de estudios y de práctica de campo al noroeste del país, región en donde era bien sabido, se practicaba una porcicultura más avanzada que en el centro de México y en la cual se concentraban grandes cantidades de animales.
Se sabía de la existencia de una famosa granja llamada “Campo Ruiz”, propiedad de los hermanos Juan y Rodolfo Ruiz, de Huatabampo, Sonora, en donde se decía que se alojaban más de cinco mil cerdas de vientre, lo cual para esos tiempos era un cifra impresionante e impensable, pues la granjas porcícolas del centro del país manejaban entre 30 y 100 hembras reproductoras.
La primera reunión y la fundación de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Cerdos (AVEC)
Fue a finales de 1967, es decir, en el mes de noviembre, que por iniciativa del doctor Jorge Rivera Cruz, se organizó el mencionado viaje de observación que inició en Tepic, Nayarit. La primera escala fue en la ciudad de Culiacán y de ahí continuaron a Los Mochis, recorriendo a continuación toda la costa sonorense del Mar de Cortés hasta Hermosillo.
En el viaje de retorno y haciendo escala nuevamente en Los Mochis, en el Hotel Santa Anita, fue que durante la cena de esa noche este grupo, bajo la coordinación de Jorge Rivera Cruz, decidió fundar una asociación de veterinarios especialistas en cerdos llamada Asociación de Veterinarios Especialistas en Cerdos y cuyas siglas fueron: AVEC.
Por supuesto que en esos momentos aún no existía una estructura formal, ni los cargos de presidente, secretario, tesorero, etcétera.
La segunda reunión ya un poco más estructurada tuvo lugar en el auditorio del Centro Nacional de Investigaciones Pecuarias de la ciudad de México, en marzo del año siguiente, es decir, en 1968. Dicha actividad contó ya con un programa científico y con la entrega de memorias, habiendo sido el coordinador del evento el doctor Ramiro Ramírez Necoechea.
La tercera reunión tuvo verificativo en la ciudad de Tehuacán, Puebla, en diciembre de 1968, bajo la coordinación de la doctora Silvia Díaz Soto de Cabrero. Los miembros de esta incipiente agrupación sentían la necesidad de reunirse lo más frecuentemente posible y sin una calendarización forzosa, pues estaban conscientes que estaban en pleno proceso de integración y crecimiento y querían evitar que su esfuerzo perdiera fuerza e inercia.
La cuarta reunión de AVEC se llevó a cabo en la Piedad, Michoacán, en febrero de 1969, habiendo sido coordinadores de este evento los colegas Miguel Garibay y Juan Manuel Maya. Las acciones empezaban a estar mejor estructuradas y en esta ocasión, y por vez primera, algunos de los conferencistas fueron apoyados por empresas de productos farmacéuticos y biológicos veterinarios.