Mi nombre es Joaquín Becerril Ángeles, médico veterinario zootecnista, graduado en 1975 de la Universidad Nacional Autónoma de México, unidad 1 posgrado Universidad Estatal de Iowa 1979-1982. He sido profesor titular definitivo de la Universidad Nacional Autónoma de México desde 1988, radicando en La Piedad, Michoacán. Mis actividades están relacionadas con la porcicultura, abarcando la academia, la práctica profesional en granjas, plantas de alimento, centros de mejoramiento y transferencia genética.
En 1977, comencé como socio en el gremio veterinario, presentando mi tesis de licenciatura asesorado por el Dr. José Manuel Barrueco Villalobos, quien también fue presidente de nuestra sesión. En 2002-2003, tuve el honor de ser presidente y organizar congresos en Puerto Vallarta y Guadalajara. La motivación para ser médico veterinario surge de la necesidad de cuidar a los animales y contribuir a la producción de alimentos, siendo una parte fundamental de nuestro gremio.
Durante mis estudios, formé parte del equipo académico de la Universidad Nacional, aprendiendo a ser responsable, desarrollar habilidades y contribuir tanto en la academia como en las granjas. Mi experiencia incluyó un internado becado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional, donde adquirí conocimientos relacionados con la porcicultura.
Después de completar mi posgrado en Estados Unidos, en 1985 me convertí en el director técnico de una granja experimental porcina en Zapotitlán. En 1988, me trasladé a La Piedad, Michoacán, donde formé parte del Grupo Delta, contribuyendo en diversas actividades, desde la planta de alimento hasta las granjas porcícolas. Busco seguir formando y contribuyendo al desarrollo de jóvenes veterinarios, manteniendo la integridad y la excelencia.
Como presidente de AMVEC, mi experiencia fue marcada por el compromiso de cumplir con responsabilidad, integridad y excelencia. Establecimos el primer plan estratégico y propusimos un nuevo estatuto, además de entregar estados financieros auditados. La satisfacción más grande fue dejar un legado de individuos responsables que mantengan la integridad y busquen la excelencia.
Como socio, mi experiencia ha sido aprender y convivir con colegas valiosos, admirando a colegas jóvenes y trabajando con la industria, autoridades gubernamentales y la sociedad para ser un ejemplo de gremio responsable e integrado. Mi mensaje para los jóvenes es que vean este gremio como un entorno de aprendizaje, donde la responsabilidad y la guía de los más experimentados son fundamentales. En la vida, nadie nace aprendiendo; vivir, aprender, amar y dejar un legado son funciones esenciales que he experimentado y sigo amando mi profesión con cariño y dedicación.
En cuanto a las iniciativas que impulsé durante mi presidencia en AMVEC, una de las más destacadas fue la implementación del primer plan estratégico. Reconocimos la importancia de tener una dirección clara y metas bien definidas para guiar a nuestra asociación. Trabajamos en colaboración con expertos, como el Dr. Marvin Motors del Tecnológico de Monterrey de León, para establecer este plan que sirviera como brújula en medio de las complejidades.
Además, emprendimos la tarea de proponer un nuevo estatuto, con todos sus artículos, para regir nuestra asociación. Este proceso no solo buscaba modernizar y adecuar nuestras normativas, sino también fortalecer la transparencia y rendición de cuentas. Fue un hito importante el hecho de entregar estados financieros auditados por un contador público certificado, marcando así un estándar de responsabilidad y claridad en la gestión.
Otra iniciativa clave fue la instauración de un método electrónico para las inscripciones a partir de 2021. Reconocimos la necesidad de adaptarnos a las tecnologías modernas para facilitar y agilizar los procesos, alejándonos de las inscripciones manuales y fomentando una gestión más eficiente.
En mi experiencia como presidente, también fui parte del desarrollo de un plan estratégico de red, contando con la asesoría de expertos como el Dr. Mármol y el abogado Alfredo Ontiveros. Este plan estratégico no solo delineó metas a corto y largo plazo, sino que también estableció reglamentos para cada una de las comisiones, brindando una estructura sólida para el funcionamiento interno de la asociación.
La responsabilidad de organizar congresos en Puerto Vallarta y Guadalajara en 2002-2003 fue un desafío que asumí con dedicación. Mantener vivo el gremio y asegurarme de que cada administración entregara cuentas claras fue una prioridad, dejando un legado de integridad y compromiso para las generaciones venideras.
En resumen, mi experiencia como parte de AMVEC ha sido enriquecedora en todos los aspectos de mi vida: personal, profesional y gremial. Aprecio la oportunidad de haber contribuido al crecimiento y la calidad de los eventos, así como al desarrollo de responsabilidades dentro de nuestro gremio. Sigo amando mi profesión y busco abrazar el futuro con cariño y dedicación. Hasta luego.