Me llamo Miguel Armando Patrón Rosado y estudié medicina veterinaria por el gran amor que tenía a los animales y también a los seres humanos. ¿Por qué razón? Porque yo estoy seguro de que cuando una persona se sienta a desayunar o a comer, ya sea que coma huevos, carne o lo que sea, ya pasó por las manos de un veterinario previamente, para que el ser humano no se enferme. Entonces, nosotros debemos ser parte de cuidar la salud de los seres humanos y de los animales, y de que estos no sufran. Eso es parte también de que los animales no sufran, porque si sufren, tampoco se van a desarrollar como deberían. Uno de mis mayores éxitos, así lo considero, fue el haber iniciado la campaña para la erradicación de la enfermedad de Aujeszky en México.
Presentamos el proyecto y fue aceptado en esa época por la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Ese proyecto sirvió de base para todo México. Lógicamente, hubo gente que me acompañó en todo momento para realizar este proyecto. Aparte de eso, me llena de orgullo decir que cuando fui presidente de AMVECA, los congresos se organizaron de manera totalmente interna. Se le pagaba a María para que los organizara. A mí me tocó organizar estos congresos como presidente. No hubo ninguna persona ajena a nuestro evento y a raíz de ahí se siguió con esto. Ya todos los presidentes siguieron haciendo igual. Te quiero decir una cosa: cuando me tocó ser presidente en el congreso, no tenía dinero. Parte de lo que gastamos en ese congreso para hoteles y para todo fue puesto con la tarjeta de crédito de todos los compañeros. A raíz de ahí, empezó a surgir AMVECA con un poquito de dinero. Empezó a tener más recursos. No quiere decir que sea lo que tuvo de principal, pero creo que ahorita se pueden hacer muchas cosas porque ya tiene recursos. Yo creo que para mí fue lo máximo que Dios me dio. Yo estoy contento con lo que he hecho.
Cada día, estoy más convencido de que fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida, estudiar medicina veterinaria. Uno de mis hijos también se dedica a las pequeñas especies. Pero bueno, para mí todos mis grandes éxitos se deben a la red que tengo con muchísima gente. Soy conocido, no solo por los congresos de AMVECA, sino por muchísima gente. Eso me llena de orgullo, cuando me ven me saludan muchísima gente. Eso es para mí algo que me llena de orgullo, el tener tantos amigos. Claro que tengo amigos que me han apoyado. Fui al presidente informe. Después de terminado el congreso, el primer presidente agarró y se siguió y ya metimos contabilidad. Iniciamos todo el proceso para que AMVECA se diera de alta en la Secretaría de Hacienda. Si pudiera de impacto, te quiero decir que se inició la cultura de la porcicultura cuando fui a Mérida, porque se inició la cultura también. Eso no se había dado en la porcicultura en esa época. Puse mi granito de arena para el congreso, para que la porcicultura creciera. Y la prueba de eso es que la porcicultura del sur, en Yucatán, es una de las más limpias del país. Como ya pasaron tantos años, hay muchas cosas que no recuerdo, pero sí recuerdo la del proyecto de Aujeszky, que fue el que presenté. Me tocó presentarlo con la gente que estaba conmigo, gente muy capacitada. Algunos ya no están con nosotros. En este proyecto, pues a mí me gustaría que AMVECA siguiera creciendo día a día, que más jóvenes se unieran.
Que se dedicaran a la porcicultura, que es el factor principal para que nosotros, como veterinarios, nos capacitemos y que seamos un ejemplo nacional e internacional. Que formemos parte de cuidar a los seres humanos, cuidando la salud de los animales, para que no repercutan en la salud de los seres humanos. Yo amo la porcicultura. Ya tengo más de 40 años desde 1970. Lo que hago, lo hago con amor. Que se enamoren de los animales, que cuiden a los animales, que es la parte importante.