DR. MARTÍN ANTONIO SEGURA MONCADA
Vigésimo Presidente de AMVEC
2011-2013

Sus orígenes

El médico veterinario zootecnista Martín Antonio Segura Moncada ve la primera luz en Ciudad Obregón, Sonora, el 19 de mayo de 1964, en el Sanatorio La Purísima. Su padre fue el señor Manuel Segura Jumilla, originario de El Tigre, población ubicada en la región norte del estado de Sonora, muy cercana a la frontera con los Estados Unidos. De profesión comerciante dedicado como gerente de ventas a la comercialización de aceites y lubricantes para automotores; su madre, sonorense también, fue la señora María del Rosario Moncada Ochoa, oriunda de Esperanza, población que se localiza muy cercanamente al norte de Ciudad Obregón, y dedicada al hogar. Ambos progenitores han desafortunadamente fallecido, su madre en 1986 y su padre en 2000.

El matrimonio Segura-Moncada procreó a nueve hijos. Ellos son; Blanca, fallecida, y quien ahora tendría 65 años; Rosa Idalia, de 63 años; Beatriz Eugenia, fallecida y quien tendría 61 años; Berta Alicia, igualmente difunta y que contaría con 59 años de edad; Manuel Francisco, de 57; Lilian del Carmen, de 55; Elsa Margarita, de 52; Leticia Guadalupe, de 50 y, finalmente, nuestro biografiado, Martín Antonio de 48 años de edad, el “zocoyote», es decir, el más joven de esta numerosa familia.

Los primeros años

¿Cómo fue su infancia?

Martín añorante responde:
Tuve una infancia feliz. Vivo aún en la misma casa en donde crecí. Me tocó jugar en la calle y ver cómo iban pavimentando las calles de mi barrio situado en la parte norte de Ciudad Obregón. En esos años, mi ciudad natal tendría apenas unos doscientos mil habitantes. Además, el ser el último de los hijos de una familia grande tiene muchas ventajas. Por ser el más pequeño, todos me procuraban mucho, por no decir que yo era el consentido de todos. Recibí de mis papás y de todos mis hermanos mucho cariño y apoyo.

Los estudios básicos

Martín cursó sus estudios primarios en la Escuela Primaria del Instituto La Salle que se hallaba ubicado en las afueras de la zona norte de Ciudad Obregón, de 1971 a 1977.

Su formación secundaria la llevó a cabo en la misma institución de 1977 a 1980 y el bachillerato lo estudió también en el Instituto La Salle, de 1980 a 1983.

Martín acota:
Como es bien sabido los padres y maestros lasallis tas han sido, son y serán excelentes educadores. Tuve magníficos maestros. En el instituto había más de mi alumnos. Los grupos eran muy numerosos, estaban compuestos por cincuenta alumnos por salón de clases. Además se practicaba mucho deporte, por esta razón jugué sobre todo béisbol y fútbol.

Me incliné más por el béisbol, como se acostumbra en Sonora y en el norte de México. Mi papá me apoyó y me siguió en todos los torneos. Jugué a nivel amateur en todas las categorías desde los siete y ocho años, hasta la edad de los dieciseis y después competí en primera y segunda fuerza en los torneos de la ciudad, siempre representando al Instituto La Salle.

¿Por qué decidió hacer estudios de medicina animal?

Mi vocación por la medicina veterinaria surge desde niño. Tuve siempre una predilección y cariño por los animales. Además, también siempre tuve una atracción especial por el campo. Estas dos vertientes me llevaron a tomar la decisión de inscribirme en el ITSON, es decir, en el Instituto Tecnológico de Sonora en 1983, en donde cursé los tres primeros años de mi carrera. En 1986, hablé con mi papá y decidí continuar mis estudios en la Escuela de Medicina Veterinaria del Centro de Estudios Universitarios, mejor conocido como CEU de la ciudad de Monterrey, en Nuevo León.

Cuando llegué al ceu, el director era el doctor Arturo Carranza Berrones. Había un buen ambientede estudios. Fue una buena decisión. Tuve un buen desempeño como estudiante. A mi arribo los regiomontanos me recibieron muy bien. Realmente estuve muy contento. Mi maestro en Clínica de Cerdos fue el doctor Negrete, fue él quien hizo que desde el inicio mis estudios me interesara en la patología de los cerdos y en la zootecnia porcina. De esta manera terminé mis estudios de 1986 a 1988.

Una brillante carrera profesional

¿Cuál fue su primer trabajo?

Martín se concentra y responde asertivo:
Fue en febrero de 1989 que entré a trabajar a Bachoco en Ciudad Obregón, pero en esos momentos no había trabajo en el área de la producción porcina, razón por la cual ingresé a laborar en el área de aves. Me inicié como supervisor de entrenamiento. A continuación me asignaron al Departamento de Reproductoras Pesadas, cuando el gerente de producción era el señor Arturo Méndez. Fue un excelente jefe, una magnífica persona y mejor amigo. A los tres meses ya tenía a mi cargo tres granjas. Al paso del tiempo llegué a tener bajo mi responsabilidad a dieciseis granjas de reproductoras pesadas.

Me aprendí a bañar

Al laborar en este tipo de puestos de alta responsabilidad, en donde la bioseguridad y la medicina preventiva son pilares fundamentales para la salud y para la capacidad productiva de los animales, el personal a mi cargo y yo debíamos de darnos hasta diez baños al día, pues uno debe ducharse a la entrada y a la salida de cada granja, con el objeto de evitar introducir gérmenes al ingreso o portar patógenos a la salida.

No se vale meter, ni se vale sacar gérmenes potencialmente infecciosos de una parvada o de una piara o de un hato.

Un proceso ascendente

Nuestro biografiado permanece en Bachoco en Ciudad Obregón de 1989 a 1994, cuando ocurre la coyuntura en la que el doctor William Farr Ramirez lo invita a trabajar en la nueva operación que compró la empresa Bachoco en Lagos de Moreno, Jalisco. Hago referencia a la empresa Sanfandila.

Le confieren la enorme responsabilidad de hacerse cargo del área de reproductoras y de la planta incubadora, llegando a tener hasta dieciocho parvadas de reproductoras pesadas bajo su mando.

Martín comenta:
Cuando llegamos a Lagos de Moreno, nos tocó desafortunadamente el papel de ser los malos de la película, pues tuvimos que recibir toda la operación de Sanfandila, acción que fue muy dura y triste. La entrega de las operaciones fue muy dolorosa para lo colegas que tenían muchos años laborando en esta empresa. Permanecí en Lagos de Moreno cuatro años y medio.

Una difícil decisión y un gran cambio

En julio de 1998, envié mi curriculum vitae a Ciudad Obregón. Me ofrecieron trabajo en Geni Kowi, una empresa que procesaba dosis de semen y entonces tuve que tomar la dificilísima decisión de renunciar a Bachoco en agosto de ese año. Me costó mucho trabajo tomar semejante decisión, pues estaba muy encarinado con mi trabajo y con la empresa Bachoco.

Al arribo a mi ciudad natal tomé la posición de director de Geni Kowi Sade CV, haciendo un gran y profundo cambio e mi práctica profesional, pues pasé del ejercicio de la clínica y producción aviar, a la clínica y producción porcina.

Geni Kowi Sade CV es una empresa estaciti en el procesamiento de dosis de semana de la inseminación artificial de las cerdas. Crecimos rapidement pues cuando empecé a labota aquí tenemos 160 se mentales en producción y el año pasado, es decir, en 2011 manejamos 295 vettacos que hacen la fancion de sementales.

En esta empresa he tenido un gran crecimiento en lo profesional y en lo personal. He permanecido en esta compañía catorce años, de 1998 a la fecha. Tene mos un proyecto de construir un Sitio Uno con 9,700 cerdas. Yo seré el responsable del 30% de los cerdos de engorda y además, seré responsable de los Sitios Uno, Dos y Tres. Ocuparé una nueva posición como director de Producción y Genética.

Su entorno familiar

Martín conoce a la señorita Mónica Maria Acosta Borquez en 1979, cuando ella estudiaba en el co legio Veracruz. En la ocasión que la conoció llego a casa de Mónica, pero acompañado de otra n Martín y Mónica empiezan una amistad y fon zan su relación como novios en 1980. La pareja como tal, diez años y se casan el 7 de julio de 19 en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que es la iglesia menor de la catedral de Ciudad Obregón.

Martín menciona con entusiasmo y satisfacción:
Mónica y yo tenemos tres hijos: Mónica Lucía, de 18 años de edad, estudia el sexto semestre de bachillerato; Martín Andrés, de 16 años, quien estudia el segundo semestre de la preparatoria, y nuestro “pilón”, Mauricio de nueve años, quien estudia el cuarto año de la primaria. Los dos varones juegan fútbol. Los tres hijos son buenos muchachos y trabajan bien en la escuela.

Mónica y yo llevamos 21 años de casados. Hemos formado una bonita familia. He disfrutado mucho mi matrimonio. Estoy felizmente casado, tenemos unos excelentes hijos, tengo una excelente esposa y tengo una excelente familia. ¿Qué más podria yo pedir a la vida?

Gestión del doctor Martín Antonio Segura Moncada
como Vigésimo Presidente de AMVEC
2011-2013

Martín Antonio Segura Moncada, vigésimo presidente de la Asociación Mexicana de Veterinarios Especialistas en Cerdos, tiene su primer contacto con AMVEC cuando participa en el xxxVII Congreso Nacional de AMVEC, el cual se llevó a cabo en la antigua Hacienda de Juriquilla, Querétaro, en 2001 bajo la presidencia del doctor Mario Gómez Medina.

Martín, fijando la vista en el horizonte comenta con asertividad:
Quedé profundamente impresionado por el programa científico, por el buen ambiente de trabajo y por el agradable ambiente social y de compañerismo de AMVEC que percibí y viví durante el congreso de Juriquilla. A partir de ese contexto que tanto me marcó, he participado prácticamente en todos y cada uno de los congresos de nuestra asociación.

Fui tesorero en la mesa directiva del colega Luis Fernando Morales Santini, de 2003 a 2005. Fungi como tesorero también en la mesa del doctor Primo Molina Uribe, de 2006 a 2007. Repetí nuevamente en el mismo cargo con la doctora Laura Batista García, de 2007 a 2009 y fui electo vicepresidente de AMVEC y me desempeñé como tal bajo la presidencia del doctor Héctor Quiles Corona de 2009 a 2011.

He sido socio y he colaborado con AMVEC durante doce años, cinco he sido tesorero, dos años vicepresidente y llevo ya un año como responsable de los destinos de nuestra asociación.

Tomé la presidencia de AMVEC el año pasado, durante el XLVI Congreso Nacional que se llevó cabo en Puerto Vallarta, Jalisco, en julio de 2011.

Mi mesa directiva esta integrada de la manera si guiente:

Presidente: MVZ Martín Antonio Segura Moncada
Vicepresidente: MVZ Marco Antonio Carvajal Velázquez
Secretario: MVZ José Rubén Bojórquez Morales
Tesorero: MVZ Jesús María Yescas Contreras
Coordinador Comité Científico: MVZ Laura Batista García
Relaciones CONEPOR: MVZ Rubén Bustos Serrano
Relaciones ante SAGARPA: MVZ Primo Molina Uribe
Coordinación con Regionales: MVZ Armando Sedano Alvarado
Coordinación con Regionales: MVZ Josué Peñaflor Siller
Suplente ante CONASA: MVZ Jorge López Morales
Comisión de Estatutos: MVZ Luis Fernando Morales Santini
Representante ante la FedMvz: MVZ Abel Ciprian Carrasco
Representante AASV: MVZ Alberto Stephano Hornedo
Coordinadores de Inscripciones: MVZ Noé Armenta Chaparro
Coordinadores de Inscripciones: MVZ Miguel Ángel Nares Ortega
Coordinador del libro de Historia de AMVEC: MVZ Héctor Quiles Corona
Coordinador del libro de Historia de AMVEC: MVZ Vicente Casillas Rodríguez
Representante ante CONEVET/CONCERVET: MVZ María Elena Trujillo

¿Cómo ha sido su primer año como presidente de AMVEC?

Vivimos en un país extremadamente complicado y emproblemado. Además este año 2012 ha sido un año electoral.

En lo microeconómico los porcicultores están siendo gravemente afectados por el alza de los precios de los granos, del maíz, de la soya, del trigo, y por ultimo del alimento de los cerdos. Por ejemplo, en estos momentos el costo de producción de un kilo de carne de cerdo en pie es grosso modo $16.50 pesos y el precio a la venta en granja es de tan solo $17.50 pesos. El margen de ganancia es muy bajo para el productor, pero afortunadamente al menos estos dias estamos teniendo un pequeño respiro.

La Unión de Porcicultores de Sonora consigue mejores precios porque se compra en pool y por volumen. En otras palabras, la porcicultura nacional enfrenta el grave problema del alto costo de los granos y de los bajos precios de la carne de cerdo en pie.

En la actualidad en México se producen aproximadamente 15 millones de cerdos al año, con dos millones de cerdas de vientre y con un consumo de carne porcina de unos diez kilogramos por habitante al año.

Desde el punto de vista sanitario e infectológico, enfrentamos enfermedades como el PRRS. Existen comités para el Control y la Erradicación del PRRS en varios estados de la república. AMVEC está apoyando a dichos comités. Estamos consiguiendo recursos para el control de PRRS con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria, mejor conocido como SENASICA.

Durante la presidencia del doctor Quiles, se habló con SENASICA, el cual aportó recursos para organizar cuatro seminarios sobre Fiebre Porcina Clásica, con ponentes altamente calificados, los cuales se llevaron a cabo exitosamente en Tepatitlán, Jalisco; Ciudad Obregón, Sonora; en el puerto de Veracruz y en Mérida, Yucatán.

México está actualmente libre de Fiebre Porcina Clásica, sin vacunación. Nuestro gran reto como veterinarios y como miembros de AMVEC, junto con nuestras autoridades veterinarias sanitarias y junto con los porcicultores mexicanos es el de mantener a nuestro país dentro de este estatus.

Por otro lado, en lo gremial hemos tratado de impulsar las asociaciones regionales y estamos recabando y consiguiendo recursos para otorgar becas a estudiantes y a jóvenes colegas que deseen participar en nuestros congresos.

Además, estamos trabajando febrilmente y en pleno proceso de organización del XLVII Congreso Nacional de AMVEC, que tendrá lugar en la ciudad de Guadalajara, en el Hotel Riu, en julio del presente año.

Epílogo

Nuestro biografiado, como veterinario clínico especialista en medicina porcina y en zootecnia de cerdos, ha contribuido y ha puesto su granito de arena en apoyo de la porcicultura nacional, apoyando a sus colegas y a los porcicultores en las áreas de la medicina preventiva, de la bioseguridad, de la producción porcina y en los aspectos organizacionales.

Martín acota finalmente:
Percibo a AMVEC como una organización más sólida conforme pasa el tiempo. Los amvecos hemos trabajado muchísimo a través de tantos años. Veo que nuestra organización va por buen camino.

La crisis que provocó la pandemia de la Influenza HIN1 de 2009 nos unió v fortaleció enormemente. Luchamos juntos y salimos airosos de este gran desafío.

Los miembros de AMVEC hemos luchado durante muchos años por el progreso de la porcicultura mexicana.

En el futuro debemos seguir preparándonos para jugar en las grandes ligas. AMVEC tiene la capacidad, la experiencia y los recursos humanos para que la per cicultura de México sea de las mejores a nivel mundial.